jueves, 14 de marzo de 2013

Repartiendo juego o cómo empoderarse en salud



¿Existe sólo aquello que se nombra? O dicho de otra forma, ¿sólo existen las cosas cuando se nombran? En  Wikisanidad nos proponen para este mes de Marzo reflexionar sobre lo que se denomina "el paciente empoderado" en el #CarnavalSalud.  Comienza esta entrada hablando de términos y nombres no con el objetivo de cuestionar todavía más el tan cuestionado término, sino más bien con la intención de reflejar una primera cuestión.

Existen, han existido siempre, entre la gente que atendemos en la consulta personas más implicadas, más concienciadas y  más deseosas de saber sobre los problemas de salud que les afectan. Probablemente el acceso de un modo más fácil a la información a través de los medios de comunicación, foros en internet, redes sociales, y páginas webs les ha dado más visibilidad. Pero, ¿no son las asociaciones de pacientes el más clásico, y puede que hasta ahora efectivo, modelo de paciente empoderado?

Pero, aceptando que esto es un blog y el debate está lanzado desde una wiki, vamos a centrar el tema relacionándolo con las TEP (tecnologías del empoderamiento y la participación). Habla Dolors Reig de ese término en su libro Socionomía y lo plantea como un paso evolutivo de las llamadas TICs (tecnologías de la información y el conocimiento). Parte de la sociedad no se conforma sólo con saber, quiere, además, que ese conocimiento que adquiere se traduzca en una mayor implicación y un mayor poder de decisión. Puede que sea una realidad y puede que sea cada vez más significativa pero a mí personalmente me cuesta verla. Me cuesta ver que mis pacientes en consulta puedan tener un cambio de rol asumiendo más responsabilidades más allá de lo que lo hacen ahora. Me cuesta verlo porque no sé yo si ese es un fenómeno que se da o que se provoca, y si se trata de lo segundo, no se yo cómo se empodera a alguien. Ni si es un papel que me corresponde a mí.

En el diccionario de la RAE empoderar es sinónimo de apoderar y ésto último lo define como "dar poder a una persona" en una de sus acepciones. Se trata pues de dar poder, de perder desde el lado del personal sanitario poder para cederlo a los pacientes. Probablemente de hacer un uso más responsable, osado y atrevido del llamado principio de autonomía, pero si uno pudiera medir la aplicación de dicho principio en la cotidianidad de las consultas de medicina y enfermería tampoco encontraríamos ahí algún dato para la esperanza.

Toca mirar a iniciativas como el programa Paciente Activo en Euskadi o  la Escuela de Pacientes en Andalucía e iniciativas similares, que hacen ese esfuerzo para avanzar en este cambio cultural. Es posible que tengamos que pensar en la toma de decisiones compartidas como un lugar de encuentro entre quienes quieran hacer las cosas de un modo distinto. Y esperar a ver que pasa cuando los poderosos, los sanitarios, nos enfrentemos a ello.

Queda  pendiente para otro día  hablar de aquellos a los que ante la perspectiva y el planteamiento te dicen aquello de. "empodérate tú y a mí déjame en paz!"


jueves, 7 de marzo de 2013

¿Y si nos da por conocernos?

Tengo una compañera de trabajo que tiene muchas buenas ideas. Y además muchas de ellas las hace realidad lo que hace que la admire, y mucho. Una de éstas ideas se le resiste. Propone Rosa que deberíamos rotar entre los distintos puestos del centro de salud, esto es, que el personal sanitario pasemos una mañana dando citas o tramitando quejas, o ...que las enfermeras y/o el personal del área de atención al paciente pasen por la consulta médica y que los médicos rotemos por la sala de curas, por ejemplo.Dice Rosa, que de este modo comprenderíamos todos los problemas a los se enfrentan diariamente cada uno y con esa apertura de miras mejoraría nuestro trabajo, nuestra relación,etc Pero cómo he dicho, parece que la idea no acaba de cuajar en algo práctico.

En las últimas semanas he tenido el placer de asistir a dos cenas especiales. En distintos contextos pero con un mismo nexo de unión, personas que tenemos la costumbre de aparecer por la red de diferentes maneras, bien por twitter, a través de la blogosfera o por iniciativas on-line y off-line que han desarrollado y promovido. En la primera cena había enfermeras, cirujanos, médicos de familia, técnicos de calidad y comunicación, gerentes, directores económicos y referentes en el mundo de la innovación. No era muy distinta la composición de la mesa de la segunda cena, aunque las personas eran otras. pediatras, enfermeras, informáticos, médicos de familia y de empresa, cardiologas, técnicos de organización y de calidad, personas del mundo de la innovación y de la educación, y gente del ámbito de las redes sociales de pacientes...y espero no dejarme a nadie.

"Personas unidas por algo", dijo alguien. "¿Qué nos une?" pregunté yo. "Quizás que pensamos que hay una manera diferente de hacer las cosas" fue la respuesta. Por supuesto  que en ambas ocasiones arreglamos el mundo, (aunque todavía no notéis nada, darnos tiempo), y por supuesto que en realidad el principal motivo por el que estábamos juntos era el de divertirnos, pero vale a veces la pena detenerse en lo cotidiano y observar, y filosofar... y no subestimar ciertas situaciones

Como buen vasco sé que alrededor de una mesa se construyen los cimientos y las  raíces de las relaciones. Una buena sobremesa da para conversaciones y para conocernos, para ver de qué hablamos cada uno, cuales son nuestras preocupaciones, cuales son nuestras ironías y cuales nuestras aspiraciones. Estando juntos conocemos "cómo respiramos" y es positivo salir de nuestras "zonas de confort gremiales" y buscarnos, y encontrarnos, personal y  profesionalmente Se producen entonces pequeños y sutiles cambios en nuestra mirada que nunca se sabe en qué pueden devenir.

En torno a una mesa o en el lugar de trabajo, pero tenemos que convencernos de lo positivo que es conocernos unos a otros. Del encuentro de dos mundos distintos salen a veces momentos tan mágicos cómo éste:







P.D. El resto de estos días han sido un poco más de lo mismo, oyendo palabras como integración, plataformas, sinergias,etc  y todas saliendo del centro mismo del universo de la organización. Pero lo divertido está en la periferia.